Los hórreos mágicos de Quirós
Artículo puesto en línea el 16 de enero de 2006
última modificación el 1ro de octubre de 2006

por Prenseru

16/1/2006
La Nueva España

Los hórreos mágicos de Quirós

Un «espadachín» que ilustra un hórreo en Coañana.

Un reciente estudio cataloga las enigmáticas pinturas que decoran algunas de las casi 400 construcciones agrícolas de este tipo que hay en el concejo

Bárzana (Quirós),
Roberto F. Osorio
Historias, leyendas y tradiciones aparecen representadas en las maderas de los hórreos quirosanos desde hace varios siglos. Un cuélebre o un cuervo, ambos animales sagrados y protectores en la cultura popular asturiana, aparecen decorando los hórreos quirosanos junto a símbolos solares, lunares, flores y todo un universo de figuras geométricas con distinta simbología.
Una exposición titulada «Una visita a nuestro patrimonio» mostró, en la Casa de la Cultura de Bárzana, la capital quirosana, los motivos más singulares e importantes de los quince hórreos más interesantes del concejo. Asimismo, se proponía una serie de rutas etnográficas para ver en los distintos pueblos los hórreos y paneras con mayor riqueza decorativa.

El Museo Etnográfico de Quirós quiere resaltar y poner en valor la riqueza de las históricas pinturas que adornan los hórreos del concejo. El año pasado, el centro museístico realizó un estudio sobre el estado y valor de los hórreos y paneras del municipio. La conclusión más destacada es la gran riqueza decorativa de dichas construcciones agrícolas.
Con una subvención de la Consejería de Cultura, el historiador quirosano Fidel A. García realizó un trabajo supervisado por la directora del centro museístico, Alva Rodríguez. Durante varios meses recorrió todos los pueblos del municipio y catalogó 326 hórreos y 46 paneras en once parroquias, todos del estilo Villaviciosa.
Asimismo, y dentro de esa labor de recuperación de la cultura popular, se llevó a cabo un catálogo fotográfico de los hórreos más interesantes, como también un estudio y reproducción a escala real de algunos de los dibujos y pinturas con mayor valor. Con todo ello se busca la exactitud y conservación de ese patrimonio para una futura restauración. La Consejería de Cultura ha subvencionado esta iniciativa del Museo de Quirós con 3.000 euros.

En el concejo quirosano predomina más la decoración pictórica que las tallas en las paredes del hórreo. La mayoría de las pinturas pueden datarse en los siglos XVI y XVII. Símbolos mágicos y protectores y escaso reflejo religioso. Artistas anónimos que plasmaron las supersticiones y temores de una sociedad agrícola y ganadera muy cerrada en sí misma.

El método usado era aplicar una pintura blanca de base sobre la madera. Los colores más usados eran básicos, como el rojo y el negro. Las pinturas se fabricaban con los materiales más cercanos, como el hierro, que daba el aspecto rojizo, o una mezcla de hollín y grasa animal, con la que se conseguía el negro y se la daba consistencia frente a los elementos climatológicos. Luego el maestro pintor aplicaba unas plantillas para las figuras geométricas, mientras que las de carácter animal o humano dejaban más libertad en la creación.
Las figuras y símbolos tenían una relación con influencias mágicas, protectoras, o buscaban contar una historia; se trata de temas muy relacionados con la decoración de los templos románicos. Aparecen animales protectores de la construcción y lo que en ella se guarda, como los cuélebres y los cuervos. Las grandes serpientes aladas y los córvidos tenían mejor fama en la época en la que fueron pintados que siglos más tarde. También se pueden contemplar felinos, lobos y caballos. Estos últimos entroncan con la devoción de raíz céltica hacia los equinos o, según otras interpretaciones, hacia la muerte, cuando el animal aparece sin jinete.

Figuras antropomórficas también están representadas en las maderas de castaño y roble. En Aciera aparecieron en un hórreo personajes armados de picas y escudos medievales, vestidos con calzas negras y tocados con casquetes semiesféricos.

En Coañana, en tres de las caras de otro hórreo se relata una historia de hombres a caballo luchando. Boca abierta y ojos expresivos reflejan la dureza de la lucha. Los animales estaban engalanados con corazas medievales. En otra escena parece insinuar una emboscada con el reflejo de la sorpresa en el rostro de una figura y una tercera figura escondida. Ésta podría interpretarse como el ordenante del asesinato o un testigo. La siguiente es una cara satisfecha con una lanza o un mosquetón.
Otra figura refleja una cara ancha y redonda que se supone que es una imagen de la clase alta, más lozana y bien alimentada, tocada con una corona. También podría representar el año lunar.
El carácter protector y mágico de estas pinturas viene dado también en las flores hexapétalas, también llamadas «tornavaqueros», que florecían en época de otoño y son un símbolo solar. Los trisqueles y radiales son también imágenes solares y astrales muy repetidas en toda la cultura del área céltica atlántica. La roseta o «flor galana» es un motivo funerario como solarización del difunto.