Un estudio pionero dirigido por el doctor Gerardo Díaz Quirós cataloga 765 hórreos y paneras en el concejo, el más antiguo del siglo XVI
Artículo puesto en línea el 12 de diciembre de 2005
última modificación el 13 de octubre de 2006

por Prenseru

12/12/2005
La Nueva España

Tesoros de madera

Un contraluz tomado en un hórreo de Vioño.

Un estudio pionero dirigido por el doctor Gerardo Díaz Quirós cataloga 765 hórreos y paneras en el concejo, el más antiguo del siglo XVI

Luanco, Nadia HEVIA

Un auténtico patrimonio histórico y cultural. Eso es lo que tiene Gozón repartido por todas las parroquias del concejo en forma de 765 hórreos y paneras. Y lo peor de todo es que no se ha sabido valorar ni desde la Administración ni desde los propios habitantes, según explican los expertos. Todo ello, a pesar de que Gozón es uno de los pocos concejos que cuentan con un estudio y catálogo de los ejemplares existentes, cuya pieza más antigua data del siglo XVI.

En 2001, desde el Club Juvenil Apolo de San Jorge de Heres surgió la idea de reunir todos los hórreos y paneras en un libro o catálogo. Coordinados por el doctor en Historia del Arte nacido en la parroquia Gerardo Díaz Quirós, un grupo de miembros del club realizó un arduo trabajo de campo de forma altruista que dio sus frutos.

La mayor parte de los 765 hórreos y paneras se encuentran en las parroquias de San Martín de Podes, Bocines, Cardo y Santiago de Ambiedes, núcleos que concentran la mayor tradición agraria del concejo. En ellos se encuentran algunas construcciones del siglo XVI que posteriormente han sido remodeladas y reaprovechadas.

El denominado «estilo Carreño» es el predominante en Gozón, así como en el concejo que lleva el mismo nombre, en Avilés y en Corvera. Fue en el siglo XVIII cuando este tipo de construcción alcanzó todo su esplendor, aunque el mayor volumen de hórreos se dio en el XIX. Los más recientes, los del siglo XX, surgen a raíz de la importancia que adquieren las caserías y la elevada demanda de productos agrícolas, en un época de autarquía tras la guerra civil.
Decoración
La decoración estuvo presente desde el origen de los hórreos y paneras. Sin embargo, también fue evolucionando. En el frente, donde está situada la puerta, se concentra la mayor parte decorativa. De la roseta de seis pétalos o los trisqueles, los tallistas y artesanos se dejan influir por el arte culto o barroco de iglesias y palacios, y posteriormente por el modernismo, con jarrones, flores y mucho color como características principales, sin abandonar nunca la decoración originaria. En las construcciones más recientes el nivel decorativo es muy inferior.

Además del sentido decorativo, la talla y pintura de los hórreos han perseguido otros fines, como el de conseguir la protección de los alimentos que allí se guardaban. Por ello, aparecen cruces, motivos solares o invocaciones, que van desde las más piadosas, como «Dios guarde este lugar», a las festivas, como «Viva mi dueño».

El principal objetivo, según Díaz Quirós, para la conservación de los hórreos es concienciar a sus propietarios del valor que poseen estas construcciones, así como lograr ventajas fiscales como la exención de impuestos de la Administración a la hora de repararlos y remodelarlos.