Expertos datan en el norte peninsular la fase previa al megalitismo.
Artículo puesto en línea el 13 de julio de 2006

por Prenseru

12/7/2006

La Voz de Asturias

CONGRESO PATRIMONIO MEGALITICO

La primera arquitectura social surge en Asturias

Expertos datan en el norte peninsular la fase previa al megalitismo.

* GEORGINA FERNANDEZ (12/07/2006)

Dolmen de Monte Areo en una parte del yacimiento posterior a la presentada en la ponencia.
Foto:ARCHIVO/F. ROBLES

El norte de la Península Ibérica conserva las arquitecturas sociales más antiguas que se conocen. Se trata de un fenómeno previo al megalitismo que se da en el quinto milenio antes de Cristo desde el Bidasoa al Miño y que incluye ejemplos asturianos, como los de Campiello (Tineo), Monte Areo (Carreño) y La Llaguna de Niévares (Villaviciosa). Esta tesis fue presentada el pasado fin de semana por el profesor de Prehistoria de la Universidad de Oviedo Miguel Angel de Blas en el contexto del simposio internacional sobre patrimonio megalítico celebrado en Carbayo (La Coruña).

El profesor asturiano lleva muchos años estudiando yacimientos del neolítico y concluye que en el último tercio del quinto milenio antes de Cristo aparece lo que él considera "un fenómeno autónomo" que se produce en el norte de la Península Ibérica y que es previo a la aparición de los dólmenes. Se trata de manifestaciones megalíticas no convencionales que, no sólo sirven de marco a ceremonias religiosas, sino que "utilizan la muerte como un mecanismo de legitimidad", de apropiación y legitimación del suelo. Como explica De Blas, "se trata del primer paisaje claramente neolítico, campesino, de nuestra historia".

Esta tesis se presentó en el simposio de Carbayo, que se celebró los pasados días 7 a 10 de julio y reunió a expertos en megalitismo atlántico de varios países europeos. El objetivo era intercambiar conocimientos sobre la aparición de las grandes arquitecturas monumentales de intención funeraria, religiosa y política.

EJEMPLOS ASTURIANOS

El punto de referencia eran los grandes dólmenes situados desde Inglaterra al sur de Portugal y desde Asturias a Bretaña. De Blas documentó su ponencia en el fenómeno cantábrico de los túmulos extraños , o las manifestaciones megalíticas no convencionales que se pueden observar desde el Bidasoa al Miño. Se trata de una serie de túmulos que no responden a la idea del dolmen clásico, sino que presentan diversidad de formas y exteriormente aparecen como un montículo artificial.

Uno de los ejemplos de Asturias se encuentra en Campiello (Tineo). Allí se ve un suelo antiguo pavimentado, sobre el que se hicieron fuegos y se depositaron ofrendas; o se abrieron agujeros en el suelo y se rellenaron de cenizas.

El segundo ejemplo asturiano está en Monte Areo (Carreño). Este es un yacimiento muy extenso donde también hay una zona de dólmenes, de época más tardía, pero aquí, del quinto milenio antes de Cristo queda constancia de una cabaña de madera, seguramente una casa de la muerte, apunta De Blas, que se destruye intencionadamente con un incendio y más tarde se construye un túmulo, ocultándolo todo.

En uno de los yacimientos de La Llaguna de Niévares (Villaviciosa) hay un pavimento o enlosado sobre el que se levantan dos monolitos de piedra rodeados por un gran aro también de piedras.

Hay más ejemplos de esta forma de actuar en otras zonas del norte peninsular, como Guipúzcoa y La Coruña, y una de las circunstancias que más asombra es la antigüedad de ese fenómeno. Dice De Blas que esos monumentos "existían y se utilizaban ya en el último tercio del quinto milenio antes de Cristo". El profesor de la Universidad de Oviedo añade que los podemos estudiar como un hecho autónomo "que no debe su existencia a influencias externas, sino a elaboración propia de las sociedades" de esa zona y que precede a la aparición de los dólmenes.