El etnógrafo Armando Graña juzga errónea la política de los hórreos
Artículo puesto en línea el 30 de octubre de 2006
última modificación el 8 de noviembre de 2006

por Prenseru

 El etnógrafo Armando Graña juzga errónea la política de los hórreos

 Pegollos en extinción

30/10/2006

La Nueva España

El etnógrafo Armando Graña juzga errónea la política de los hórreos

Armando Graña.

Participó en 1998 en la recuperación de una construcción estilo Villaviciosa

Villaviciosa, C. JIMÉNEZ

El etnógrafo Armando Graña juzgó como una política errónea la gestión que desarrolla la Consejería de Cultura sobre el hórreo asturiano y en concreto sobre las construcciones de estilo Villaviciosa. La valoración llegó en el transcurso de una conferencia sobre la conservación, restauración y difusión de estos elementos etnográficos que inauguró los «Viernes culturales» de la Fundación Cardín.

Graña se mostró en desacuerdo con el plan para la recuperación de los hórreos de Sietes, por el retraso que acumula. «Hay que hacer las cosas a tiempo y de otra manera. Al lado de Sietes había otros 12 o 13 hórreos que han desaparecido», mencionó, aludiendo al mal estado de estas construcciones. Según Graña, las de estilo Villaviciosa están en desuso o amenazan ruina.

La situación actual responde a la «gestión azarosa» de las administraciones públicas «que no tienen criterio ni técnicos» para abordar la recuperación de los hórreos. «La vía institucional está muerta», opina. Para este experto, se debe hacer una mayor difusión del hórreo. En el caso de los planes de recuperación patrimonial, se deben seleccionar primeros aquellos elementos que van a conservarse y después actuar con las políticas correspondientes.

Graña participó en 1998 en la recuperación del hórreo de Lloses, en la parroquia de San Pedru Ambás, uno de los ejemplos más destacados del estilo Villaviciosa. Esta construcción, propiedad de Manuel Ángel García y Amalia Ordóñez, data del siglo XVI. Cuenta con varias tallas de interés y motivos pintados. Algunas piezas se conservan el Museo del Pueblo de Asturias.


31/10/2006

La Voz de Avilés - El Comercio

Pegollos en extinción

El etnógrafo Armando Graña advierte del peligro de desaparición del hórreo ’estilo Villaviciosa’, del que se conservan unos 300 ejemplares

DAVID ARTIME/VILLAVICIOSA

RESTAURADO. Manuel García muestra el Horru de Lloses, restaurado hace casi diez años. / ARTIME

Fue en 1997 cuando saltaron las alarmas. El Horru de Lloses, uno de los más antiguos de Asturias, fechado en el siglo XVI, se había venido abajo. Ubicado en el pueblo de Lloses, en la parroquia de San Pedro de Ambás, el paso del tiempo y el desuso no perdonaron sus trabes y pegollos, y un día su estructura apareció desparramada por el suelo.

La noticia no pasó inadvertida para el etnógrafo Armando Graña, una de las personas más implicadas en el estudio y la conservación de los hórreos y paneras de Asturias, quien se encargó de su reparación, con el permiso de sus propietarios, Amalia Ordóñez y Manuel Ángel García.

En 1998 los dueños volvían a ver el hórreo en pie. Hoy en día, Amalia y Manuel Ángel siguen utilizando el Horru de Lloses para guardar cebollas, patatas y demás productos de su huerta, sin dar mayor importancia al hecho de tener en su poder un elemento muy valorado por los que saben apreciar la grandeza de la arquitectura rural y tradicional asturiana.

Pero el caso de este hórreo parece ser que no ha creado escuela. El de Lloses pertenece al ’estilo Villaviciosa’, en el que se encuadran los más antiguos de Asturias, la mayor parte de ellos datados entre los siglos XVI y XVII.

Tallas e imágenes

Sus tallas del sol y la luna, y su arco que imita el estilo de las iglesias románicas son aspectos que comparten otros ejemplares de esta tipología del centro de Asturias, que incluyen motivos del arte popular europeo y pinturas de origen desconocido. Actualmente, quedan unos 300 en Villaviciosa, Colunga, Piloña, Quirós, Teverga, Aller y otros municipios entre los ríos Sella y Nalón. Si bien muchos han sido restaurados, la mayor parte de ellos, «están esperando la ruina». Lo dijo Armando Graña, durante una conferencia celebrada el viernes en la Fundación Cardín, en la que alertó al Principado sobre el deficiente estado de conservación de estas construcciones.

Uno de los problemas a los que se enfrentan los hórreos del siglo XXI es su desuso. Para Graña es la Consejería de Cultura la que debe tomar cartas en este asunto. «Hay que hacer una selección de los que se quieran conservar y restaurarlos, para luego», matizó, «ponerlos en manos de personas que deseen mantenerlos en su propiedad». En este sentido, Graña reveló que «hay personas que pagan hasta 36.000 euros por poner un hórreo en su chalé ¿Cuánto pagarían por uno del siglo XVI restaurado?», se preguntó.

Con todo, este etnógrafo reconoce que el Principado da «bastante dinero» a la restauración de hórreos, pero cree que «no hay un criterio de aplicación, ni técnicos preparados». Graña pone como ejemplo lo ocurrido en Sietes, «donde no hubo una planificación y una aplicación lógica. En Rales, comenta, «había 12 hórreos tan interesantes o más que los de Sietes, pero todos acabaron cayendo».