Pero, a pesar de las muchas sentencias, las demoliciones no llegan a Cantabria. A la hora de ejecutar los derribos, los mecanismos se traban y a pesar de las sentencias, las viviendas a pie de playa siguen vivas. Las sentencias determinan la ilegalidad de las urbanizaciones, pero las ejecuciones, debido a su complejidad, nunca llegan.
por Prenseru
12/03/2007 - Nº 1574 www.lne.es
ORIENTE
Veinte sentencias judiciales obligan a la demolición de 400 viviendas en Cantabria
Los escándalos urbanísticos no son sólo patrimonio de Marbella. Muy cerca de Asturias, en Cantabria, se suceden desde hace más de una década movilizaciones, denuncias y juicios contra urbanizaciones que salpican toda la costa cántabra. Los tribunales han anulado los planes generales de ordenación de una decena de municipios y dictado 20 sentencias, aún pendientes de ejecución, que ordenan la demolición de cerca de 400 viviendas. Hay 2.000 personas afectadas, un polideportivo, tres naves industriales e, incluso, una depuradora, levantada sobre una marisma en la ría de Suances.
Además, una reciente sentencia del Tribunal Supremo frena la construcción de una urbanización de 350 chalés y de un hotel en el parque natural de Oyambre, cerca de San Vicente de la Barquera. Pero, a pesar de las muchas sentencias, las demoliciones no llegan a Cantabria. A la hora de ejecutar los derribos, los mecanismos se traban y a pesar de las sentencias, las viviendas a pie de playa siguen vivas. Las sentencias determinan la ilegalidad de las urbanizaciones, pero las ejecuciones, debido a su complejidad, nunca llegan.