El mapa de la romanización

La codirectora del yacimiento de la villa romana de Veranes (Gijón) realizó un recorrido por los muchos asentamientos romanos de Asturias

Artículo puesto en línea el 19 de abril de 2007

por Prenseru

14/04/2007 - Nº 1606 www.lne.es

SOCIEDAD Y CULTURA

Ochoa: «El mapa de la romanización era impensable hace dos décadas»

La codirectora del yacimiento de la villa romana de Veranes (Gijón) realizó un recorrido por los muchos asentamientos romanos de Asturias

Foto:
Carmen Fernández Ochoa, Pilar G. Lafita y Juana María Pelayo.
diego crespo

Oviedo, M. S. M.

El mapa actual de la romanización muestra la clara presencia de Roma en Asturias. Esa evidencia se pone de manifiesto con el hallazgo de restos arqueológicos de la época en cada control del territorio vinculado a obras o infraestructuras públicas.

La catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid y codirectora del yacimiento de Veranes (Gijón), Carmen Fernández Ochoa, invitada por Tribuna Ciudadana, expuso en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA los últimos avances vinculados al mundo romano que se han producido en la región.

Antes de hacer un recorrido por las distintas áreas y recientes yacimientos, apuntó que el actual mapa de de la romanización era impensable hace dos décadas. Para Ochoa ese incremento de restos arqueológicos tiene mucho que ver con la aprobación de la ley de Patrimonio ya en democracia. Fue esa norma la que permitió conservar las fuentes informativas que hoy están sirviendo para elaborar el discurso actual.

Pilar González Lafita, jefa del área de cultura de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, esbozó el currículum de Fernández Ochoa recorriendo algunos de los estudios en los que está inmersa. Uno de ellos es el proyecto «Gijón, arqueología e historia en torno a la Ruta de la Plata», del que forman parte las excavaciones de la villa romana de Veranes. Antes ya había puesto en marcha las investigaciones de la muralla romana de Cimadevilla.

Estos precedentes indican el dominio de la profesora sobre lo ocurrido en la zona durante los primeros siglos de nuestra era. El área de Gijón es su centro de investigación, pero eso no le impide estar al tanto de todo lo que asoma desde los estratos más profundos tanto en el monte Curriechos (La Carisa), el Chao Samartín (Grandas de Salime) o el reciente tesorillo de Cenero (Gijón).

Por todos ellos y por muchos otros hizo un detallado recorrido. Fueron ejemplos rotundos para defender su tesis, la de la importancia de la presencia romana en Asturias. Además, la situación actual, con una mayor densidad de población en la zona centro, le sirve para argumentar la continuidad desde época romana, ya que es en esa misma zona donde hoy se han localizado asentamientos de mayor importancia. Es el caso de la propia Gijón con Veranes y la Campa Torres o Lucus Asturum, la actual Llanera.

En Llanera situó Ochoa una serie de núcleos importantes que constituyen una de las áreas más fecundas de Asturias para el conocimiento de la romanización. La riqueza de materiales de la zona llevó a la profesora a subrayar la necesidad de prestar atención en un futuro a este territorio ante las previsiones de levantar numerosas construcciones. «Llanera es un terreno lleno de restos y es necesario actuar para conocer y preservar», dijo.

En el área occidental se detuvo en «el excepcionalmente importante Chao Samartín» y comentó el hallazgo de la «domus» romana localizada el pasado año. Ve en esa estructura la muestra clara de que en el Occidente había castros funcionando como cabeza de organización para Roma. Fueron desarrollados sobre asentamientos prerromanos, igual que en otros lugares de Asturias elegidos para establecer el control administrativo.

Ochoa concluyó reclamando la presencia de Roma en Asturias, pero una romanización que es una dialéctica entre lo existente y lo que Roma aporta. Cree que esa integración dio lugar a una sociedad nueva y no le cabe duda de que las poblaciones se adaptan a un nuevo sistema y pactan la forma en que se integran. Aprovecha para negar que se pueda tildar ese período de época oscura, «lo era porque no se conocía».