Presencia y esencia del hórreo

Se afirmaba en la convocatoria del I Congreso del hórreo asturiano -un empeño personal de Xosé Nel Navarro hecho realidad en noviembre del 2004-, que por el número de ejemplares conservados, por los materiales con los que toma forma, por el modelo constructivo al que se ajusta, por su distribución geográfica, su antigüedad, sus usos y la decoración que recibe, el hórreo asturiano adquiere una significación específica entre los graneros elevados existentes en el mundo y es para Asturias un construcción emblemática en sentido pleno.

Artículo puesto en línea el 9 de mayo de 2007
última modificación el 5 de agosto de 2021

por Gerardo Díaz Quirós

NUEVA QUINTANA

Presencia y esencia del hórreo

Una construcción tradicional convertida en referencia primordial del paisaje asturiano

Gerardo DÍAZ QUIRÓS

Se afirmaba en la convocatoria del I Congreso del hórreo asturiano -un empeño personal de Xosé Nel Navarro hecho realidad en noviembre del 2004-, que por el número de ejemplares conservados, por los materiales con los que toma forma, por el modelo constructivo al que se ajusta, por su distribución geográfica, su antigüedad, sus usos y la decoración que recibe, el hórreo asturiano adquiere una significación específica entre los graneros elevados existentes en el mundo y es para Asturias un construcción emblemática en sentido pleno.

El hórreo es historia, patrimonio histórico, artístico y etnográfico que ofrece datos para profundizar en el conocimiento de esta tierra y sus gentes a través de los siglos, pero es también una construcción viva; una arquitectura en el siglo XXI. Aspiración máxima entonces fue hacer del hórreo un «graneru de idees», y en tal sentido cabe leer como uno de los mayores logros del encuentro la configuración de un grupo informal -y hasta inconsciente en todas sus acepciones- de reflexión en torno al hórreo; conversación frecuente en torno a su presencia y a su esencia.
Desconocido
Prácticamente de oriente a occidente del territorio asturiano el hórreo es compañero de camino y referencia visual en el paisaje. El hórreo es elemento fundamental en la configuración de la quintana y testigo excepcional de la estructura de la parroquia y, en general, de la ocupación del territorio. Y sin embargo, como tantas veces, desconocido por omnipresente.
A pesar del esfuerzo -en buena medida individual- de algunos investigadores, son muchos los aspectos relacionados con el hórreo aún no estudiados en la medida de sus posibilidades; un verdadero problema constituye la conservación, y el panorama de posibilidades de futuro es tan amplio como inexplorado. La atención que Jovellanos dedicó al hórreo o el temprano trabajo de E. Frankowski no estimularon en Asturias el estudio sistemático de esta construcción hasta la década de los ochenta del siglo XX; aunque habría que reconocer como precedentes la atención dispensada al hórreo en sus laminarios por Benjamín Álvarez (Benxa), los trabajos de Efrén García, los estudios del profesor Gómez Tabanera o la encendida defensa de Alfonso. Fruto fundamentalmente del trabajo riguroso de dos equipos de investigación (Juaco López y Armando Graña de un lado y Florencio Cobo, Miguel Cores y Matilde Zarrazina del otro) quedaron patentes entonces las verdaderas posibilidades de análisis y la riqueza de los resultados. Sin embargo, por más que se publicaron valiosas monografías con estudios locales -vía aún abierta y que va dejando un goteo de análisis parciales que, en el mejor de los casos, ven la luz en páginas de difícil acceso- y se dieron las trazas para una historia y evolución del hórreo, no se puede considerar completo su conocimiento. Resulta francamente lamentable -y difícilmente comprensible que no se haya abordado de manera institucional el catálogo completo de graneros elevados existentes en Asturias.
Hacia el reconocimiento
¿Qué es un hórreo? ¿Cuántos quedan en pie en Asturias? ¿Qué sabemos de ellos? Una vez más, esencia y presencia.

La serie de artículos que se inicia hoy, al amparo de LA NUEVA ESPAÑA, aspira a trasladar a la sociedad asturiana algunas ideas en torno a esta construcción; a contribuir a su conocimiento como primer peldaño en una subida que lleve a la talandoria de un aprecio hondo que sería, a su vez, la mejor garantía de conservación. Historiadores, historiadores del arte, antropólogos, ingenieros, arquitectos, carpinteros, profesionales de la madera, estudiosos o visionarios, abordarán diferentes parcelas con el compromiso de plantear cuantos problemas consideren bajo promesa de ofrecer soluciones que, cuando menos, estimulen la discusión y el debate.

Colocar al hórreo asturiano en su universo, entre los graneros elevados existentes en el mundo y a lo largo del tiempo; aproximarse a su definición; sintetizar el conocimiento del hórreo a partir de los estudios existentes y aportar soluciones para su desconocimiento general; insistir en la calidad y el interés de las manifestaciones artísticas que le tienen como soporte esbozando funciones y significados; reflexionar en torno a sus usos de ayer y de hoy. Ésos son los ejes sobre los que girarán los primeros artículos.

En tanto que fragmento de viesca llevado a la quintana, como señala Xuan Pedrayes, el hórreo puede servir también para plantearse cuestiones en torno a la riqueza forestal de Asturias y sus posibilidades de aprovechamiento. Como carpintería de armar pudiera ser paradigma y cimiento de una tradición del trabajo de la madera con amplias posibilidades.
Respecto a la conservación, se proyecta un análisis desde varios frentes; estableciendo criterios y principios consolidados para la intervención en otros bienes del patrimonio asturiano, pero que siguen sin ser aplicados al patrimonio etnográfico de modo sistemático -hay lacerantes casos recientes como las obras verificadas en Sietes y actuaciones excelentes como la de Espinaréu- y, muy especialmente, ofreciendo claves para la integración del hórreo en el planeamiento. Cabe avanzar ya que sólo integrando al hórreo en el planeamiento urbano y con una profunda revisión de la política de ordenación del territorio es posible una salvación del hórreo más allá de lo anecdótico.
El redescubrimiento de la arquitectura popular por parte de una generación arquitectos -reflexiones teóricas como las de Rivas Andina o Xuan Pedrayes u obras como la proyectada por Rogelio Ruiz para el Centro de Interpretación del Hórreo de Bueño- invita a soñar incluso con una arquitectura asturiana que lo sea precisamente por haber interiorizado lecciones vitales y visuales. Esencia y presencia otra vez.

Habrá lugar también para atender a propuestas radicalmente innovadoras; para plantear asociadas al hórreo palabras del panteón contemporáneo de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación; para exponer los principios del horru patrón y los criterios de certificación y valoración. Romper con la visión en el peor de los sentidos folclórica del hórreo para hacer de él un icono de modernidad enraizada puede resultar tan heterodoxo como sugerente. Convertirlo en valor y recurso será la única vía para generar un auténtico mercado.

A algunos nos seduce incluso la poética de la muerte del hórreo; la metáfora dolorosa de su resistencia y la belleza de la ruina. Quizá porque sabemos que late en el fondo una esperanza fundada de resurrección. «Brotarán un día los trabes enterraos en Truyés. / Retoñarán los engüelgos y les áligues. / Abrirán una secha por mayo / pa florecer / desde l’otru llau del tiempu/ y colgar del corredor de la memoria / una riestra de nombres y de coses», que tiene escrito un amigo.

Realidad y posibilidad. Una serie de artículos para pensar de nuevo en el hórreo. Presencia y esencia.