Con el patrimonio no se juega

YAYOI KAWAMURA PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO

«Con el patrimonio no se juega; antes de derribar, hay que conocer»

La especialista en Historia del Arte demanda la consulta a expertos en las decisiones sobre edificios históricos

Artículo puesto en línea el 30 de noviembre de 2007

por Prenseru

30 noviembre 2007 www.elcomerciodigital.com(...)

YAYOI KAWAMURA PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO

«Con el patrimonio no se juega; antes de derribar, hay que conocer»

La especialista en Historia del Arte demanda la consulta a expertos en las decisiones sobre edificios históricos

ANA SEGURA

RIDEA. La profesora, en el Real Instituto de Estudios Asturianos. / JESÚS DÍAZ

Yayoi Kawamura, profesora de la Universidad de Oviedo, es una de las más reputadas especialistas en Historia del Arte de Asturias. Entre otras necesidades, urge la incorporación de «funcionarios de arte» en la toma de decisiones en materia de conservación y censura algunas de las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora en la ciudad.

 ¿Cómo se cuida el patrimonio en Oviedo?

 Los edificios se derrumban sin analizar y estudiar qué es lo que contienen o lo que pueden aportar. En la calle La Rúa hay un tremendo socavón. La gente pasa y lamenta el vacío, pero ignora que lo que allí había era la antigua Casa Consistorial, el Ayuntamiento. Se tiró un palacio anterior al siglo XVII y nadie hizo nada para evitarlo.

 ¿Una gran pérdida?

 Una bofetada a la historia del patrimonio de Oviedo y una vergüenza. El edificio fue Ayuntamiento en la época de los Reyes Católicos, casa de los Gobernadores y cárcel de la ciudad, para convertirse finalmente en un comercio. La Rúa era una de las calles más importantes de la ciudad, junto a Cimadevilla. Era la Uría de aquellos días.

 ¿Por qué ocurren este tipo de actuaciones?

 Si los edificios no están protegidos, no es extraño que pase. De todas formas, hay que invertir en sensibilidad, hacer que la sociedad, empezando por los políticos, se conciencie y esté más atenta para evitarlas. Es tarea de los historiadores transmitir esta necesidad.

 Sin embargo, priman los intereses económicos y muchas veces la conservación es poco rentable.

 La transformación de la ciudad es inevitable, pero no hay que actuar con violencia. Y, para dar a una instalación otros usos, antes hay que estudiarla y reflexionar sobre lo que tenemos delante y la historia que esconde. Hoy en día no se construyen catedrales, pero nos ha tocado vivir en una etapa de respetar y conservar el patrimonio, mantener ese legado cultural y artístico.

 ¿Qué ocurriría si no se hiciese?

 ¿Tiramos la Catedral? La historia está en los sustratos. Nuestros padres nacieron de nuestros abuelos, y así sucesivamente. Si quitamos esos sustratos, no sé dónde irá la Humanidad, están apilados y conforman lo que somos.

 Oviedo es una ciudad rica en patrimonio. ¿Qué cree que debería hacerse con la fábrica de La Vega si desaparece su actividad productiva?

 La instalación tiene una gran historia. Antes de ser armería fue monasterio y se conocía con el nombre de Santa María de la Vega desde el siglo XIII. Tras la desamortización de Mendizábal, invitaron a las monjas a salir del recinto con la disculpa de que había otra congregación de monjas benedictinas, Las Pelayas. Se refugiaron con ellas. La Corporación necesitaba un lugar adecuado para meter a los enfermos por la peste. Por otra parte, también querían un lugar al que trasladar la Fábrica de Armas, que para entonces estaba plaza de El Fontán, en el palacio del Duque del Parque. Finalmente, Hacienda la cedió al Ayuntamiento.

 Oposición y sindicatos creen que el Consistorio especulará con los terrenos.

 Ese edificio hay que estudiarlo. Hace años, un historiador publicó imágenes del claustro de la planta baja, que aún existe. Hay que valorar sus elementos uno a uno, tanto los reductos del monasterio como los elementos fabriles del siglo XIX. Antes de actuar, y mucho más de derribar, hay que conocer todo a fondo.

 ¿Qué le parece que la antigua fábrica de gas lleve años abandonada?

 Repito que falta información y concienciación. Alguien decide que los edificios se conviertan en otra cosa y no hay quejas públicas ni responsabilidad para impedirlo. Para muchos es mejor derribar ciertos edificios y proponer actividades nuevas, o convertirlo en solares públicos para que suba el valor del suelo. Debería haber más funcionarios de arte en los puestos de debate para poder evitar este tipo de cosas.

 La antigua cárcel de Ciudad Naranco pasará a ser la sede del Archivo Histórico Provincial. ¿Buena idea?

 Por supuesto. Cuando un edificio deja de tener una función, buscarle otra es contribuir a su supervivencia. Eso sí, antes hay que estudiarlo. Con esta reforma, los archivos del Principado se centran en un sitio. Como usuaria, que los documentos estén bien organizados por supuesto que me viene bien. Además, se da a la antigua cárcel un fin público, igual que el que tenía antes.

 La fuente de Foncalada, por contra, quedó rodeada de edificios tras la última ordenación urbanística de la zona.

 Obviamente, no se puede modificar su ubicación, pero es cierto que quedó en un espacio muy pobre y encajonada entre tanto edificio grande.

 ¿Y qué opina de la creación de una losa para proteger Santullano?

 Habrá que estudiar bien su impacto. Lo primero de todo, la autopista no tenía que haber pasado nunca por ahí, eso lo sabe todo el mundo. Ahora, la cuestión es más una cuestión de los técnicos. Habrá que ver el impacto de la vibración, ahora el aire escapa por todas partes.

Normativa y Universidad

 En otros países europeos las empresas actúan como mecenas y financian proyectos de recuperación patrimonial. ¿Por qué no en España?

 Porque la legislación no favorece a las empresas que realizan este tipo de acciones. No hay incentivos, ni rebajas fiscales, ni beneficios. Por espíritu altruista, las empresas no hacen nada.

 ¿Es necesario un cambio en la normativa patrimonial?

 Claro. Con el patrimonio no se juega. Hay que ponerlo en valor y contribuir a que la sociedad se implique. Los especialistas en historia o en arte deberían tener más representación en los consejos consultivos, por ejemplo.

 ¿La Universidad está involucrada realmente en ese proceso de sensibilización?

 Intentamos movilizarnos cuando vemos que se van a cometer atropellos. Por ejemplo, en el caso del Monasterio de San Vicente, actual Museo Arqueológico, hubo una manifestación importantísima para que no se tirara la escalera interior del edificio, que estaba incluida dentro del monumento nacional. Conseguimos que la Academia de la Historia apoyara la iniciativa .Pero son cosas que no se tenían por qué discutir. La declaración dejaba claro que era un elemento protegido.