Cultura amplía a 33 las tumbas del Monte Areo declaradas Bien de Interés Cultural

La necrópolis megalítico-tumular del Monte Areo está considerada como la mayor de las existentes en Asturias y entre las de mayor tamaño de España. En un espacio de 4.300 metros cuadrados de superficie fueron identificados más de una treintena de monumentos tumulares en distinto grado de conservación. De entre ellos destacan sus dólmenes con una antigüedad superior a los 5.000 años.

Artículo puesto en línea el 25 de marzo de 2010

por Prenseru

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CARREÑO

Cultura amplía a 33 las tumbas del Monte Areo declaradas Bien de Interés Cultural

25.03.10 - 03:25 -
P. G.-P. | CANDÁS.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba ayer la apertura de un expediente administrativo de la Consejería de Cultura para modificar el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural (BIC) la necrópolis megalítico-tumular del Monte Areo, en los concejos de Carreño y Gijón. Esta resolución se debe a los numerosos errores en las coordenadas topográficas utilizadas para definir el ámbito protegido. Dichas inexactitudes fueron detectadas tras una serie de trabajos efectuados por el catedrático de la Universidad de Oviedo, Miguel Ángel de Blas Cortina.

El resultado de esta investigación arrojó que se debía ampliar a 33 el número de túmulos en el área del Monte Areo y su inmediato espacio adyacente, definido por la parcela y parcelas en las que se emplaza cada monumento.

Una gran necrópolis

La necrópolis megalítico-tumular del Monte Areo está considerada como la mayor de las existentes en Asturias y entre las de mayor tamaño de España. En un espacio de 4.300 metros cuadrados de superficie fueron identificados más de una treintena de monumentos tumulares en distinto grado de conservación. De entre ellos destacan sus dólmenes con una antigüedad superior a los 5.000 años.

El Monte Areo fue durante la Prehistoria un importante territorio funerario para las sociedades neolíticas asentadas en el territorio de Peñas y parte de la zona central de Asturias. Su declaración como Bien de Interés Cultural se produjo en 1997. Según los estudios realizados por la Universidad de Oviedo, las localizaciones se realizaron en las parroquias de El Valle y Guimarán. La excavaciones efectuadas pusieron de relieve su importancia. Estaban destinadas a usos funerarios y ceremoniales.