La Lechera de Cancienes
Artículo puesto en línea el 27 de julio de 2010
última modificación el 15 de octubre de 2021

por La Foz del Pielgu

Esta empresa nace en 1907 en la localidad de Cancienes (Corvera).
Fue una de las principales actividades económicas del norte de España en las primeras décadas del siglo XX

Con la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana en 2015, el edificio de la antigua Lechera de Cancienes que cuenta con un grado de Protección Integral pasa a ser de titularidad municipal, iniciándose su rehabilitación como venían demandando colectivos y vecindario desde hacía años. En 2020 se terminan las obras para reconvertirla en centro social de usos múltiples, al estar en plenas restricciones de aforo por la pandemia de la Covid 19 se van sucediendo actos que intentan suplir la merecida inauguración oficial. En setiembre de 2020 la renovada Lechera de Cancienes sorprende a los participantes de las vigesimosegundas Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial de la Asociación de Arqueología Industrial INCUNA.

Señalética de La Lechera de Cancienes

Extracto del texto incluido en la Web Patrimonio documental -> Archivos con inventarios en la red -> LA LECHERA DE CANCIENES S.A.

Las imágenes son de cosecha propia

Esta empresa nace en 1907 en la localidad de Cancienes (Corvera). A finales del siglo XIX existía ya una pequeña empresa lechera en Cancienes que fue absorbida por la Lechera, quien se quedó con sus instalaciones. El hecho de que Avilés, población cercana a Cancienes, contase con ferrocarril fue un factor fundamental para el desarrollo de su actividad. El enviar leche fresca a Madrid, por medio de diferentes formas de conservación, fue una de las principales actividades económicas del norte de España en las primeras décadas del siglo XX, pero curiosamente sólo una empresa asturiana la realizó, La Lechera de Cancienes. Fue una de las empresas más modernas de Asturias en su época y se puede decir que ha sido la más singular y emblemática del concejo de Corvera.

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Desde un principio fue una Sociedad Anónima y se constituyó con un capital social de 100.000 pesetas. Su primer presidente fue todo un personaje político, José Manuel Pedregal. El único centro productor o de recogida ha sido siempre el de Cancienes y en sus inicios elaboraba leche concentrada que remitía a las sucursales de Madrid y de Gijón, donde se recomponía y se vendía al público en los despachos de leche. También elaboraba algo de mantequilla y queso azul con el fin de utilizar los sobrantes. Su mantequilla fue muy apreciada por la firma de galletas Artiach, de la que era suministradora.

La leche se recogía en carros en un prinicipio y con el paso del tiempo en camiones y una vez tratada era transportada a la estación de ferrocarril en los mismos medios. Esta leche concentrada era enviada a Madrid en el ferrocarril en bidones de unos 40 litros. Con frecuencia la empresa tenía serios problemas con los ferrocarriles, dándose la circunstancia de que cada vez que se averiaba un tren había que salir con un camión a buscar la mercancía para llevarla a la siguiente estación.

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Su producción estuvo muy orientada hacia el mercado de Madrid pero la situación cambió durante la Guerra Civil y la posguerra. Mientras estuvo en la zona de dominio republicano trabajó para abastecer a las poblaciones del área central de Asturias y también vendía leche al ejército y al hospital militar, pero en cantidades muy pequeñas. Después, ya en la zona nacional, empezó con la fabricación de quesos y leche condensada, cambiando el funcionamiento de la empresa durante la posguerra. Orientó su producción de quesos de bola y de nata a otros mercados como Cataluña y País Vasco, además de Madrid. Tuvo algunos problemas de calidad en la elaboración de leche condensada, encontrando también dificultades para conseguir maquinaria y también hojalata, por lo que envasó en vidrio. Con todo, el principal problema fue el contencioso mantenido con Nestlé debido a la marca, ya que la empresa suiza poseía "La Lechera" y la empresa de Cancienes utilizaba el nombre de la firma "La Lechera de Cancienes".

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También cambió después de la Guerra su zona de recogida al ampliarla hasta Grado, Pravia, Carreño, Las Regueras, Llanera y Trubia. Todos estos cambios acaecidos en las zonas de recogida, en la producción y en los mercados se produjeron a raiz del cambio de propietarios o accionistas principales, ya que tras vender el heredero de uno de los socios la empresa cayó bajo la influencia de la familia leonesa Rubio, siendo César Rubio Consejero Delegado.

La otra gran transformación de la empresa se produjo precisamente a partir de la muerte de este señor, a finales de los años cincuenta, pues el heredero de otro de los principales y originarios socios, J. García González, no mostró ningún interés en continuar en el sector, por lo que la empresa se vendió a la firma leonesa ALI, fabricante de leche condensada en los años sesenta. A partir de ese momento dejó de fabricar y se convirtío en centro de recogida, manteniendo el nombre de la antigua empresa. Así pues, durante los años sesenta y setenta se convirtió en una de las grandes recogedoras de leche del Principado de Asturias. Desde que se produjo la venta han sido diversas las empresas lácteas que se han hecho con La Lechera. Primero cambió de manos al venderse ALI a la americana KRAFT y quedarse con ella José Rodríguez, propietario de la firma gallega ARJERIZ. Luego pasó a ser propiedad de la firma catalana Granja Castelló (Productos Lácteos "El Castillo") y finalmente, en 1980, la suiza Nestlé adquirío el 50 % del capital de Granja Castelló, de la que luego se separó, y en 1987 absorbió definitivamente su red de acopio, desapareciendo incluso como centro de recogida. Granja Castelló S.A. siguió siendo propietaria de los inmuebles del centro fabril hasta la absorción en diciembre de 2001 por Puleva Food S.L.

La Lechera de Cancienes en 1996