por Prenseru
Los molledanos piden la reapertura de la fuente de El Pidre, clausurada este mes
Los vecinos critican la eliminación del manantial y defienden las mejoras de 2008, pese a ser objeto de multa
Foto: Avelino Suárez, junto a la fuente, dirigiéndose a un grupo de vecinos de Molleda. mara villamuza
Molleda,
Illán GARCÍA
Los vecinos de Molleda se han quedado sin la fuente del barrio de El Pidre y desean que este manantial vuelva a fluir lo más pronto posible. «Era lo más guapo del pueblo», se oye comentar en el corrillo que se hizo alrededor de esta fuente, que era utilizada, según los molledanos, por vecinos de Villalegre, La Luz y Las Vegas, entre otros lugares, hasta la primera semana de junio, cuando fue clausurada.
«Esta fuente era como la de La Consolación, venía mucha gente a coger agua», añaden los vecinos. Los residentes critican que la Confederación Hidrográfica del Norte obligase a suprimir la fuente, de la que tan sólo queda el caño del que no sale agua, porque «había dos tubos que afectaban al arroyo de Grandellana». «Antes de que retiraran la fuente, estaba muy bien, había una explanada de cemento, bancos, una zona de recreo», explica María del Mar Campo. A su lado, los vecinos aseguran que las tuberías de canalización que fueron el objeto de la retirada de la fuente a cargo de Confederación Hidrográfica «llevaban puestas más de cuarenta años y no había pasado nada hasta ahora». Las obras de renovación de la fuente realizadas en 2008 fueron objeto, además, de varias sanciones.
El presidente de la asociación de vecinos, José Manuel Pérez, envió un escrito al Ayuntamiento el pasado mes de febrero defendiendo esas mejoras, que supusieron que la zona donde está ubicado el manantial fuera una «zona segura», en la que no se había eliminado vegetación ni se habían visto afectados los meandros del arroyo ni había bloqueo alguno al flujo de agua del arroyo, ni se habían realizado excavaciones ni rellenos, entre otras razones.
«Levantar esa obra ha supuesto un perjuicio porque deja sin agua a los vecinos que la utilizan, deja la fuente inaccesible a los usuarios por haberse subido el nivel de la carretera y supone, además, un gasto de dinero innecesario», destacó el presidente de la entidad vecinal en la misiva. Las vacas de la finca colindante con el manantial apenas pueden beber el agua que se almacena en el abrevadero, se quejan los molledanos.
José Manuel Pérez quiso destacar, además, que el arroyo de Grandellana desde su comienzo está surcado por numerosos tubos que dan acceso a fincas, parcelas e, incluso, cruzan la carretera en dos ocasiones, por lo que «la colocación de un tubo para acceder a la finca de al lado no es una intrusión excepcional». Es tal el enfado de los vecinos con el cierre de este manantial que en el pasado concurso de fuentes enramadas los molledanos se negaron a decorar la de El Pidre. De hecho, colocaron una esquela anunciando su muerte: una defunción que esperan sirva para resucitar esta fuente utilizada por numerosos vecinos de la zona.