Peña: «El arte popular no busca decorar sino proteger a hombres y ganados»
Artículo puesto en línea el 12 de enero de 2006
última modificación el 16 de agosto de 2006

por Prenseru

12/1/2006
La Nueva España

Peña: «El arte popular no busca decorar sino proteger a hombres y ganados»

Alberto Álvarez Peña y José Ramón García del Castillo durante la presentación de «Arte popular asturiano».

«Algunos motivos pretendían ahuyentar enfermedades», asegura el etnógrafo

Saúl FERNÁNDEZ
«El arte popular no nace para decorar, su objetivo es el de proteger a personas o ganados de los influjos de los seres mitológicos», aseguró el etnógrafo Alberto Álvarez Peña en la presentación del libro del que es coautor junto a Ignacio Hevia Llavona, en el Club LA NUEVA ESPAÑA.
Alberto Álvarez Peña, colaborador de este periódico, estuvo acompañado por su editor, José Ramón García del Castillo. Éste recordó la historia del sello CH Editores. Hasta este momento han publicado una colección de caricaturas de Neto y el estudio sobre el arte popular que presentaban. «En la cartera de proyectos tenemos una recopilación de cuentos populares del suroccidente de Asturias. Nuestra editorial fijará su atención en todo lo que tenga que ver con esta tierra, como aquella Colección Popular Asturiana de Ayalga», concluyó.

Álvarez Peña convirtió la presentación de su última publicación en una charla ilustrativa acerca de la etnografía comparada de los pueblos europeos. «Los mismos asuntos que se pueden encontrar en los hórreos de Asturias se repiten en toda Europa occidental», explicó. Peña ilustró sus palabras con una pequeña exhibición de diapositivas con ejemplos asturianos, franceses e italianos.

Ignacio Hevia Llavona, coautor de «Arte popular asturiano», no pudo asistir al acto por razones laborales. Suyas son las casi 400 fotografías con que cuenta la publicación. «Los dibujos que hay son míos y están porque se refieren a muestras artísticas que el tiempo se ha llevado», dijo el etnógrafo.

«Los paisanos que ponían esos motivos en las puertas, en las ventanas, en las chimeneas, no buscaban ser los mejores artistas, no se trataba de eso. Las flores de agua, las "sestafueyas" o galanas evitan la entrada en las casas de las enfermedades», comentó. «Estos motivos ahuyentaban el paso de las "guaxas", los trasgos...», recordó. Sin embargo, Álvarez Peña admite que a pesar de que la causa primera de estas muestras artísticas fuera eminentemente higiénica, «el paso del tiempo ha perdido estas primeras intenciones. No es lo mismo un hórreo del siglo XVI que uno del XX», afirmó.

El etnógrafo comentó la cristianización de los motivos saludables del arte popular. «Las flores galanas al final se acompañaron de cruces, de inscripciones referentes a Jesucristo, a San José o a la Virgen». Añadió además que estas cruces no nacen como símbolos cristianos. «Existen ejemplos del Neolítico, en el Tíbet las esvásticas son símbolos de pureza. Los trisqueles no son otra cosa que esvásticas. Es extraño que un símbolo muy querido haya pasado a ser uno de los más odiados, tras Hitler», concluyó.